Siglo V después de Cristo. Las incursiones bárbaras se han vuelto algo corriente en el decadente imperio romano. El joven Rómulo Augusto, futuro emperador romano de occidente, es secuestrado por el general germánico Wulfila. Los supervivientes de la legión Nova Invicta, un cuerpo militar de élite, son los únicos en posición de rescatarlos a él y a su preceptor Ambrosino. Durante su encierro en una isla, el muchacho descubre una cueva, santuario habitado por estatuas de los césares. Es el propio Julio César quien lleva al cinto su legendaria espada de siderita, un arma capaz de destrozar la piedra.
Crítica
Puntuación del crítico: 6
Cómo decirlo... es ingenua y facilona, con mucha acción y un final que remite directamente al mito artúrico. Las cosas que te cuenta son a menudo tópicas, pero al menos la narración avanza a buen ritmo y es genial ver cómo, poco a poco, todo empieza a sonarte, sobre todo cuando llegan a la Britania romana. Como un trago de Aquarius, tiene un sabor diluido pero entra estupendamente cuando hay sed.
MANÍACO
Ficha de Libro enviada por MANÍACO el 11 de Julio de 2006